En Liquid trabajamos sobre todo con Laravel, pero no somos dogmáticos: también hemos tocado proyectos con Symfony, e incluso seguimos manteniendo algún que otro legacy con CakePHP o frameworks propios.
Al final, lo importante no es el logo del framework, sino lo que haces con él.
Laravel: rápido, elegante y más que suficiente para el 90% de los proyectos
Laravel nació para hacer el desarrollo PHP más rápido y agradable.
Y lo consiguió. Su sintaxis es limpia, su ecosistema enorme y su documentación una de las mejores del sector.
En nuestro día a día, Laravel nos permite entregar proyectos complejos —plataformas SaaS, ecommerces B2B, integraciones con ERPs o sistemas de reservas— sin tener que reinventar la rueda.
Y si empresas como la BBC, Pfizer o 9GAG utilizan Laravel en producción, es evidente que no se queda corto.
Así que, sinceramente, para la mayoría de nuestros clientes, Laravel es más que suficiente: rápido de desarrollar, seguro, mantenible y con una comunidad brutal detrás.
Symfony: el marco ideal cuando el proyecto lo pide
Symfony es otra liga.
Más estructurado, más estricto y pensado para proyectos de gran escala o entornos empresariales donde se priorizan los estándares y la modularidad.
Muchos CMS y plataformas enormes —como Drupal, Prestashop o Magento 2— están construidos sobre sus componentes.
Por eso, cuando un cliente ya tiene un stack basado en Symfony, o cuando el proyecto requiere una arquitectura muy controlada y procesos de integración complejos, entramos sin problema.
Nos gusta el código limpio, y Symfony tiene mucho de eso.
Lo que realmente importa: el equipo y el enfoque
El debate “Symfony vs Laravel” a menudo es más filosófico que técnico.
Los dos frameworks son potentes, seguros y capaces de sostener proyectos de cualquier tamaño.
La diferencia está en cómo se abordan los proyectos.
En Liquid priorizamos la productividad y la calidad del resultado.
Laravel nos permite desarrollar rápido sin perder estructura. Symfony, cuando hace falta, nos da esa solidez extra que ciertas arquitecturas necesitan.
Y si nos toca mantener un viejo CakePHP o un framework propio, también lo hacemos: el código bueno no depende del framework, depende de quién lo escribe.
En resumen
Si necesitas una aplicación moderna, estable y escalable, Laravel probablemente sea tu mejor opción.
Si tu empresa ya usa Symfony o necesitas un entorno extremadamente estandarizado, también sabemos movernos ahí.
Lo importante no es el framework, es la estrategia tecnológica.
Y ahí es donde entramos nosotros.